Y siendo lo que es... no podia tener otro nombre, el cacabus, que acaba de llegar a Oslo, la capital de Noruega.
Alli, las autoridades estan convirtiendo 80 autobuses municipales para que se impulsen con biometano extraído de desechos humanos (si, lo que comunmente conocemos como caca). Buscan recortar asi las emisiones de dióxido de carbono dentro de un ambicioso plan noruego que aspira a que el país sea absolutamente CO2-neutral en el 2050. El biometano es un combustible de relativamente sencillo proceso y cuya “materia prima” siempre es facilmente accesible y en cantidad. Las autoridades de la ciudad de Oslo estiman que el biometano producido a partir de dos plantas de tratamiento podrán colocar a la ciudad entre las más “sostenibles” del mundo. En California ya existe una planta que produce metano a partir de la materia fecal de más de 1 millón y medio de vacas lecheras: 225 millones de metros cúbicos de metano al año, el equivalente a 167 millones de litros de gasolina. Si esta prueba piloto llevada a cabo en Oslo tiene éxito, la ciudad planea extender el uso de este tipo de combustible al resto de sus 400 autobuses y de generalizarlo a partir de la extracción de metano de desechos hogareños, basura orgánica de restaurantes y demás. Aunque ahora a nosotros se nos plantea una cuestion... en vez de asientos... llevaran inodoros? O como suelen decir que los coches alimentados con aceite de cocina reutilizado huelen a patatas fritas... a que oleran estos autobuses? Bueno, si alguien tiene la respuesta... aqui la esperamos, jeje.
0 comentarios:
Publicar un comentario