El mejor arquero tiene a lo mucho una capacidad de reacción de 0.25 segundos. Esto implica que le queda un cuarto de segundo desde el momento en que se da cuenta hacía qué lado del arco va la pelota y el lance desde el centro de la portería para tratar de detener el balón.
El arquero necesita una velocidad mínima de 35 km/h para llegar al balón – si se tiene que estirar al ras de suelo hasta el poste – o de aproximadamente 36.3 km/h si tiene que volar a uno de los ángulos superiores. Esa velocidad sólo la alcanza un atleta olímpico en una prueba de 100 metros. Si se toma en cuenta que el arquero salta desde una posición en la que no toma impulso porque está parado, detener un tiro penal es matemáticamente imposible. Y sin embargo, pasa!!!Ycomenten mi blog jeje
Esta muy guay esta interesante, estoy totalmente de acuerdo contigo
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