La idea no es nueva, pero la compañía Adlens parece haber llevado este concepto a la realidad y con muy buenos resultados.
Se trata de dos productos diferentes pero que funcionan bajo un mismo principio: Adlens Universal y Adlens Reader.
Estos anteojos tienen una película hueca a la que se inyecta un líquido (un aceite) especial, con gran poder de refracción, Mientras más líquido se le inyecte, mayor será el poder de los anteojos y cubre deficiencias más severas en cuanto a dioptrías positivas se refiere.
El primer tipo de lentes, el Adlens Universal, son unos anteojos que se ajustan una sola vez, se sellan y no puede modificarse su graduación posteriormente.
Los Adlens Reader, por otra parte, son más versátiles, ya que con el simple movimiento de una perilla removible se puede modificar la curvatura de los anteojos tantas veces como se quiera, por lo que pueden ser usados por más de una persona y prácticamente cualquiera puede aprender a ajustarlos. Este modelo está enfocado especialmente en aquellas personas que tienen presbiopía (vista cansada) y que requieren los anteojos para leer.
Desconozco el costo de estos anteojos, pero por el momento están enfocados a los países en vías de desarrollo, donde hacen más falta y donde podrán ser mejor utilizados, ya que no deben ser económicos pero la facilidad de ajustarlos sin necesidad de recurrir a un profesional es invaluable.
Fuente: tecnoculto.com
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